Trozo de Semilla 311:
Ante esto, nuestro Padre no nos castigó ni se enfadó con nosotros por nuestra mala elección, ya que nosotros somos seres que estamos constantemente fallando en nuestras decisiones y acciones del día a día pero gracias a ello llegamos a aprender de nuestros errores y debido a ello nos entrega nuevamente a su hijo, resucitándolo cumpliendo con esto lo que había dicho para así arrepentirnos y para que se conviertan aquellos que llegaron a dudar de la grandeza de nuestro padre. David Esteban Rico Figueroa. www.grupopase.es
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