El día a día de la convivencia con la Esclerosis Múltiple
El día a día de la convivencia con la Esclerosis Múltiple nos trae algunas circunstancias cuando menos desagradables. Los despistes en las actividades cotidianas, quizás no muy trascendentales pero si molestos y dañinos para nuestra autoestima, son también consecuencia de nuestra enfermedad. Indirecta, sí; pero consecuencia, a fin de cuentas.
De manera más grave, esos despistes pueden perjudicar nuestro día-a-día a la hora de desarrollar tareas rutinarias. Ir a la compra, no saber dónde has dejado el monedero (“pero ¡si siempre lo dejo en el mismo sitio!”), no recordar lo que habías planeado realizar de manera inmediata…
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