¿El destino nos guía?
Estará nuestro destino escrito, o lo podemos modificar nosotros, desde tiempos remotos, sobre todo a través del zodiaco, se ha creído que una persona al nacer, ya tiene el destino escrito de antemano. Esto supone que el ser humano tiene poco margen de maniobra para cambiarlo.
¿Estamos predestinados en la vida? Si conduces tu coche a exceso de velocidad y tienes un accidente y mueres, ¿quién te mato, el destino o tu imprudencia? quien pudo evitarlo, ¿Dios o tu mismo?, ¿fue el destino quien te obligo a conducir el coche como un loco? Yo no entiendo como destino, ningún ser o cosa por encima nuestro, sino, simplemente, algo que está ahí de algún modo interviniendo en nuestra existencia, al final somos nosotros los que vamos modificando nuestra propia vida, tomando decisiones y labrándonos de esta forma nuestro propio destino, bueno o malo, a través de las acciones que llevamos a cabo, día a día, el pasado no lo podemos cambiar, pero el futuro no está hecho y algunas cosas podemos decidir, e intervenir, para que las cosas marchen mejor, cuántas veces hemos escuchado decir, a personas con dificultades en la vida, nuestro destino estaba escrito, no hay solución, y conformarse, soy de la opinión que tenemos que esforzarnos para conseguir los cambios necesarios, y no acomodarse y dejarnos llevar por la circunstancia personales de cada uno y plantarle cara a los acontecimientos que nos ha tocado vivir.
Entonces ¿Cuál es el sentido a la vida?
Para mí, las relaciones humanas, no somos nada, si no somos capaces de querer o ayudar a otras personas y de sentir que somos queridos o ayudados. Pertenecer a una plataforma de voluntariado te da la oportunidad de conocer a muchas personas distintas con diferentes necesidades, nacionalidades, raza, sexo, pero que al final, todos somos iguales y precisamos de lo mismo, respeto, solidaridad, apoyo, tener la sensación de que no estás solo.
Ser voluntario te enseña a compartir, a descubrir ciertas capacidades que seguro desconocías, que te sientas satisfecho contigo mismo y apreciar otros valores, quizás este sea mi destino.
Pepe Moreno Ortega
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